Nuestra querida patria, la extrañada que se llamaba República de Venezuela que su bandera tenía 7 estrellas y el caballo del escudo volteaba hacia la derecha. Tristemente, lo único que queda de esa Venezuela es el terreno; que, por cierto, también está en peligro de ser destruido y/o apropiado por entes extra-nacionales. Por su parte, la población muy confundida y sin la más mínima certeza acerca de su futuro.
Esa Venezuela, que está sufriendo una metamorfosis social; no para bien. Los valores y principios están extrapolados. La corrupción en todas sus facetas están a la orden del día; y muchos, con la trillada frase: “ustedes están allá y nosotros aquí, tenemos que buscar como sobrevivir”. Con esa frase, justifican hacerse parte de ese sistema que no es mas que un cáncer social súper destructivo y que carcome lo mas sagrado: la familia.
Si, muchos nos fuimos pero sin antes hacer lo que humanamente podíamos hacer en su momento. Lo malo fue que no todo el mundo puso su parte y los esfuerzos casi suicidas del 2001-2002 se perdieron y con ellos muchas vidas. Después de esto, fuimos muchos que tomamos la decisión de decir “basta yo no quiero esto para mi familia” y nos fuimos; sufrimos las críticas mas terribles de familiares y amigos. Lo paradójico, es que luego de un tiempo muchos de ellos salieron también. Desde ese entonces han ocurrido los crímenes más atroces que un país y su gente puedan sufrir.
Para no alargar mas los preámbulos, vamos a movernos a hoy, 20 de abril de 2024.
De nuevo, estamos en vísperas de unas nuevas “elecciones” en la Bolivariana (creo que Venezuela no va aquí). De nuevo, también, se abrió una remota posibilidad de destronar el cáncer a través del esfuerzo casi solitario de una Gran Mujer Venezolana. MCM ha sido la única persona de oposición que se ha mantenido consistente; a pesar del costo político que ha tenido su posición a lo largo de todos estos años. Tan es así que la mayoría de las personas que la han apoyado mas recientemente se han identificado con ella por su exitoso acercamiento a la gente común. Pero bueno, esa es la hipocresía política; la realidad es que solo ha sido por eso y no por lo que ella realmente representa.
Habiendo dicho lo anterior, lo cierto es que al mismo tiempo no se puede ser tan naif en creer que los delincuentes que controlan el país van a entregar por la vía de unas elecciones. !Eso simplemente no va a ocurrir!
Por otra parte, un sector de esta falsa oposición, tiene una buena "convivencia" con el régimen quien por su parte facilita el desenvolvimiento de estos grupos en el mundo de la política. Mientras tanto, no solo inhabilitan a MCM sino que se ejecuta un plan terrorista en contra del equipo cercano a ella y ligado a su campaña electoral. La bloquean por todos los ángulos hasta obligarla a sentarse a negociar con esa falsa oposición hasta acceder a una candidatura alternativa. Tremendo error de MCM; lamentablemente aquí muere la pequeñísima esperanza que existía y le abre al régimen la oportunidad de terminar con una legitimación masiva. Por su puesto, no por votos, sino por fraude.
Tristemente la frase de "hasta el final" se completó.
Dios proteja a Venezuela y sus habitantes.
Nota Adicional:
No hay que perder de vista que ya, en estos tiempos, no solo se está enfrentando a un régimen asesino sino a una aglomeración de intereses transnacionales controlados por los regímenes más violentos y totalitarios que existen en el mundo. Estos no van a sentarse a negociar una transición con nadie; y menos, van a tener consideración alguna con respecto a la sociedad venezolana. Dejo en la imaginación de quien se atreva a leer esto, e inferir cual es el destino que tiene lo que una vez fue la República de Venezuela.
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