Ciertamente, nuestra civilización está viviendo una transición que humildemente creo que es en extremo delicada. Dentro de este proceso, las organizaciones multilaterales que ejercen tanta influencia sobre la humanidad y su futuro: llámense las más importantes la ONU, OEA, OTAN, Banco Mundial y muchas otras; no escapan de esta realidad.
Dentro de estas organizaciones mundiales o, más bien globales, está la Corte Penal Internacional (CPI) que tampoco escapa de esta fuerza de “globalización” que domina hoy día a la mayoría de estas instituciones.
¿Cuál es el roll de la CPI? De acuerdo con su definición de objetivos: “La Corte Penal Internacional es una institución de índole internacional, permanente, establecida para investigar y perseguir todas aquellas personas que hayan cometido delitos graves de transcendencia internacional como son: el genocidio, los crímenes de lesa humanidad, y los crímenes relacionados con la guerra.”
Venezuela, desde hace alrededor de 15 años atrás sometió una denuncia de violación a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad en contra de los gobernantes que hoy día ya tienen poco más de 25 años en el poder. Desde ese entonces, personas, instituciones multilaterales, países, víctimas de tortura y secuestro, entre otros han venido sumando centenares de elementos de juicio a este expediente. Sin embargo, después que han transcurrido tantos años, han sido desterrados unos 8 millones de venezolanos de sus tierras, han ocurrido decenas de miles de muertes a causa del régimen; y todavía, es tiempo que esta entidad no se pronuncia.
Mientras tanto, en otras instancias, esta misma Corte se ha pronunciado en hechos que no han dilatado ni treinta días de su inicio. ¿Cómo es esto posible? Pues bien, solo puede haber una respuesta: esta entidad al igual que muchas otras está penetrada por elementos con tendencias políticas o intereses particulares que se identifican con regímenes como el venezolano.
La realidad es que los hechos que afectan a este país están plenamente contabilizados y soportados para que esta Corte se pronuncie. De hecho, la situación ha llegado a tal extremo que los muertos y desterrados que hoy en día se están generando de esta tragedia no son solo responsabilidad directa del régimen que las genera, pero también, y de manera muy singular, del CPI por su silencio y falta de acción. Me pregunto: ¿no es eso un crimen de lesa humanidad? Entonces ¿quién juzgará a estos criminales?
La Justicia para que realmente sea justa debe administrarse oportunamente de otra manera se convierte en parte del crimen que no se está castigando.